martes, abril 03, 2007

Estoy enferma!



Sí me declaro una total enferma. Hace unos meses atrás mi querida amiga Johnnysquel me habló de una serie llamada 24, la cual no podía dejar de ver porque era buenísima.
Así que nos dirigimos al centro de perdición ubicado en las adyacencias de la UUU UCV y decidimos comprar la primera tanda de la tan afamada serie, aunque por ahí le digan NO A LA PIRATERIA decidimos adquirirla pues la original cuesta casi 300 mil bolívares que todavía no son "fuertes". El señor buhonero por cierto de lo más amable y con un máster en economía informal, con su cara de sobrado nos dice: " ya está a la venta la sexta temporada".


Muy descuidada sin ponerme mi vacuna protectora comencé a ver el primer capítulo, el segundo, el tercero, el cuarto y ya entrada la media noche no me podía despegar, resulta que estaba ya contagiada con el virus. En realidad sin digerir terminé de ver los 6 CDs y tuve que salir corriendo a comprar la siguiente temporada para continuar y satisfacer la adicción.


Debería pensar en hacerles una demanda por no colocar en la portada la advertencia de que ese producto audiovisual podía ser nocivo para la salud. No se la pierdan! si es que ya no están infectados.

El Secreto...



En días pasados la sra. Elizabeth luego de escucharme ciertos comentarios me recomendó ver El Secreto, título merecedor de una digna novela venezolana o mexicana. Nunca había escuchado acerca de este video, pero la mañana siguiente al prender la radio cuando iba a mi trabajo ¿a qué no saben de qué estaban hablando? .. pués si acertaron ..del Secreto. Esa misma semana cuando llevo a mi mamá a la terapia cuál es mi mayor sorpresa que de nuevo nombran el shhhhh..Secreto. Así que al llegar a casa y tener en nuestras manos el video, no aguantamos la curiosidad de verlo. Más que instalados en la sala de nuestro hogar Otto se quedó completamente dormido, y eso que en la semana había tenido algunos episodios de insomnio. Mi mamá y yo logramos verlo hasta la mitad pero ya era tarde y decidimos parar. Así que yo me quedé a la mitad y mi mamá se ha dado un maratón de verlo initerrumpidas veces al día siguiente y quedó más que fascinada.
Hasta donde pude ver es bien interesante, no sólo por su buena presentación, sino porque lo que allí te plantean acerca de tus pensamientos es un reto y lo que deseas en la vida pareciera que lo puedes alcanzar con un simple frote de la lámpara de Aladín que son tus ideas, peticiones y deseos.


No debe ser tan simple, imagino que es necesario ponerlo en una práctica constante y por demás que se le imprima la fe necesaria, pues el genio está dentro de nosotros mismos.

Si alguien ha obtenido experiencias significativas no duden en compartirlas, así como me encargaré de difundir las mías. Por ahora me limitaré a terminarlo de ver.